“Ya está todo inventado”. Es una frase muy común y que, seguramente, todos hemos mencionado en alguna ocasión. Pero no todo está inventado, ni mucho menos. O por lo menos para las empresas ‘fintech’, cuyo objetivo es cambiar la forma de entender los servicios financieros a través del uso y desarrollo de la tecnología, con el fin de agilizar procesos costosos y lentos para el usuario.
El término fintech es fruto de la contracción de las palabras inglesas finance y technology, y engloba a los servicios de las empresas que utilizan las tecnologías de la información y la comunicación para crear y ofrecer servicios financieros de forma más rápida, eficaz y menos costosa posible.
Si bien es cierto que su influencia en el tejido empresarial español es todavía pequeño, es un sector en expansión en los últimos años, sobre todo en Estados Unidos y Europa. De hecho, la inversión mundial en ‘fintech’ se ha multiplicado considerablemente, pasando de 865 millones de euros en 2008 a más de 20.000 millones en 2015. A nivel nacional, según Startupxplore, la mayor comunidad de startups e inversores en España, existen alrededor de 125 compañías dedicadas exclusivamente al ‘fintech’.
Este tipo de empresas suelen actuar como intermediarios en todos los ámbitos relacionados con las finanzas, ya sea como mediadores, emisores y receptores de transferencias o actuando como brokers. Los podemos clasificar según su función:
– Intermediario financiero: transferencias de dinero, asesoramiento de inversiones, tramitación de créditos… tareas que antiguamente llevaban a cabo únicamente los bancos tradicionales. Sin embargo, los avances en tecnología han facilitado el acceso a productos financieros complejos y han derivado en la creación de nuevos productos, como los créditos rápidos que permiten acceder a pequeñas cantidades de dinero en apenas unas horas sin acudir a una sucursal bancaria y realizando la solicitud a través de Internet o desde el mismo teléfono móvil.
– Financiar particulares y empresas. Sirven de nexo de unión entre los inversores y empresas que requieren de financiación.
– Realizar transferencias monetarias a precios reducidos. Una cualidad muy demandada puesto que los bancos cobraban -y siguen cobrando- comisiones elevadas por realizar este tipo de operaciones.
– Realizar pagos y cobros a través de tu móvil smartphone. Existe una gran cantidad de empresas que ofrecen estos servicios, puesto que es una de las cualidades más demandadas por los usuarios. De esta manera el cliente consigue realizar dichas operaciones de forma rápida y cómoda, a través de una sencilla aplicación.
Lo cierto es que la tecnología sigue evolucionando a pasos constantes y agigantados, y cada vez está más asentada en prácticamente todos los ámbitos de nuestra vida privada y laboral. Por ello la labor de las empresas fintech es sumamente importante, puesto que, aunque pasen desapercibidas para el ciudadano medio, su objetivo no es otro que hacernos la vida más fácil.